De lo ecológico a lo sostenible

Después de varios años de avances para ser más ecológicos y respetar más el medio ambiente, la industria de la limpieza está iniciando un nuevo cambio, esta vez dirigido a consolidarse como un negocio mucho más sostenible.

Ser ecológico, en lo que respecta a la industria de la limpieza profesional, significa utilizar herramientas, equipamientos y agentes químicos que tengan un reducido impacto sobre el medio ambiente. En esto estamos todos de acuerdo; sin embargo, sostenibilidad tiene diversas definiciones. Una que parece tener notable aceptación es la que dice que esencialmente significa utilizar los recursos naturales actuales de tal forma que estos mismos recursos estén disponibles para las generaciones futuras.

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Y la pregunta es entonces cómo pueden actuar de una forma más sostenible los profesionales del sector. Como en el caso de ser más ecológico, ser más sostenible debe verse como un proceso continuado que puede realizarse de varias formas. Es un camino que no tiene fin porque las nuevas tecnologías y la actividad económica es muy probable que vayan desarrollando nuevas formas de proteger los recursos naturales para nuestras futuras generaciones.

Sin embargo, hay algunas cosas que ya podemos hacer hoy mismo para aumentar nuestro nivel de responsabilidad con el medio ambiente y ser más sostenibles. He aquí algunos ejemplos: utilizar vehículos cuyos consumos sean más bajos, lo que supone también un ahorro en costes; planificar adecuadamente rutas y recorridos; reciclar, reducir y reutilizar los productos que se empleen tanto para la limpieza como para el desarrollo de las propias actividades económicas; comprar los agentes químicos en contenedores más grandes para reducir los costes de envasado y envío; cambiar a productos certificados como de ecológicos (muchos productos tradicionales de limpieza están hechos a partir de petróleo; los productos ecológicos no); aprovechar los programas de “devolución” que algunos fabricantes ofrecen, en especial para ordenadores y productos tecnológicos, que permiten devolver un ordenador usado para que puedan reciclarse sus componentes; ser más conscientes a la hora de utiliza el agua ya que muchos procesos de limpieza la utilizan tanto en cocinas, suelos como paredes exteriores de edificios: hay que buscar alternativas que utilicen menos cantidad de agua; y animar a los clientes  a que utilicen más papel reciclado.

En un mesa redonda organizada recientemente por la revista Limpiezas para profundizar en el debate de este tema, se apuntaba ya este cambio como uno de los aspectos más relevantes para el futuro de la industria de la limpieza profesional y los distintos actores del sector coincidían plenamente en afirmar que “después de ecológico viene sostenible”.

Dicho esto, otra cosa es plantearse la viabilidad de ser sostenibles en cuanto a eficacia y costes. ¿Es sostenible ser sostenible?

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